El PSC ya no existe

Artículo publicado en el Diari de Girona el 22 de enero de 2014

Durante mucho tiempo, creo que desde la misma fundación, al PSC se le ha reclamado e incluso recriminado que defendiera y votara en Madrid, en el Congreso de los Diputados, las propuestas que se habían aprobado en el Parlamento de Cataluña. Pujol tuvo llegada entre los electores catalanes desde 1980 recordándoles que votar PSC era votar "la sucursal del PSOE" en Cataluña. Lejos de equivocarse, demasiadas veces hemos visto que propuestas del Parlamento que beneficiaban Cataluña eran desestimadas y rebajadas en el Congreso de Diputados, como por ejemplo, el último Estatuto, gracias a los votos del importante contingente de diputados socialistas catalanes.
 
Los socialistas catalanes de ahora no sólo votan en contra de estas propuestas en Madrid, sino que lo hacen directamente en Cataluña. Este es el cambio substancial. 

De tal magnitud ha sido esta evolución a favor del españolismo, que incluso la dirección del partido cree normal reclamar el acta de diputado de aquellos que fueron elegidos emediante unas listas electorales por el pueblo en unos comicios y que están de acuerdo en poder hacer la consulta a favor del derecho de decidir del 9 de noviembre de 2014. 

Hoy el PSC es PSOE, una de las tres fuerzas y de las orientaciones ideológicas que se juntaron para política y electoralmente fortalecer el socialismo en Cataluña durante la transición y en democracia. Montilla, Iceta, Zaragoza, Chacón, Navarro, Balmon y compañía se han esforzado en conseguirlo. El grupo parlamentario del PSC no existe y en su lugar está el partido político del PSOE que manda en Cataluña y hace valer sus intereses políticos como organización y los intereses particulares de su dirección en la toma de decisiones: Mejor pocos, pero ocupando escaños en el Parlament. 

El PSOE de Cataluña no está en disposición de hacer ninguna propuesta política de progreso para los catalanes y las catalanas; anclado con el PP y Ciudadanos a favor de España y de mantener el statu quo, apoya el hecho de que cada año el Estado se quede entre 11.000 y 16.000 millones de euros de los catalanes, según el sistema que se utiliza para contar, que permitirían entre otras cosas impulsar políticas de bienestar social o de trabajo en Cataluña. 

Por último, los socialistas españoles en Cataluña demuestran desde hace años su incapacidad para resolver un conflicto que ellos mismos crearon cuando forzaron el relevo a listas de su mejor candidato a la Generalitat, Pasqual Maragall , y a la marginalidad del partido a todos aquellos que están a favor de un trato diferenciado político para Cataluña y del derecho a decidir. Qué drama !