10 criterios para la gestión de conflictos públicos

Xavier Pastor
Artículo de opinión Diari de Girona

Estos días escucho, leo y observo los comentarios y las opiniones de políticos en la radio, en la prensa, en la televisión y en internet por la controversia del "burka". Pienso que la propuesta no está mal, siempre que pretenda de verdad diferenciar el espacio público del privado, los comportamientos socialmente consensuados de los de una parte muy exigua de la sociedad. Y aun así, ¿por qué no se habla de los proyectos locales que se han desarrollado para gestionar estos y otros conflictos?


Estos días estamos explicando en el curso de "Diseño de proyectos de mediación comunitaria y gestión de conflictos públicos de la Universidad de Girona" las conclusiones de los 3 estudios realizados en los años 2000, 2004 y 2008 en Catalunya y que tenían como objetivo detectar, analizar y establecer criterios de Buenas Practicas que pueden acontecer un modelo, de calidad y con la capacidad de aplicación, para prevenir, gestionar y resolver conflictos públicos.

El año 2000, diferentes instituciones públicas y entidades aplican formulas y prácticas de gestión de conflictos en los ámbitos de la inmigración, los servicios sociales, la educación, la seguridad, la participación ciudadana, la comunidad, el medio ambiente. Estas prácticas formulan la necesaria implicación de la ciudadanía si se pretende gestionar con éxito los conflictos, y esto se hace con dos objetivos y con dos tipologías de procedimientos: 1) la búsqueda o creación de un acuerdo, a menudo con la técnica de la mediación; y 2) la generación de un consenso sobre una problemática para poder actuar, por ejemplo, con planes estratégicos. Mientras que las primeras prácticas tienen un componente reactivo; las segundas trabajan anticipadamente o a medio y largo plazo.

En el 2004, la mayoría de los proyectos se mantienen y, incluso, aparecen nuevos. Desde el año 2006, se han puesto en marcha diferentes servicios de mediación comunitaria, ampliando la lista de proyectos. El 2008, por primer vez, se pudo realizar un estudio en las comarcas de Girona.

A partir de estos estudios, pudimos establecer 10 criterios de Buenas Prácticas para la gestión de los conflictos ene l ámbito local, y que son los siguientes:

Los criterios de éxito son aquellos que hacen sólida la experiencia (1) y favorecen su impacto positivo (2) en el entorno y en las personas.

Los de innovación nos dotan de una visión positiva del conflicto (3) y de unos conocimientos, sabiduría (4), que se pueden transferir en otros contextos y que permiten el aprendizaje de personas y grupos en el conflicto con una participación de manera igualitaria, equidad (5), en su resolución.

Eficacia y la eficiencia (6), pero también los que permiten la durabilidad (7) del proyecto, dando flexibilidad ante los cambios en el entorno y la estabilidad en el tiempo de los resultados; y los de liderazgo (8), impulsando el proyecto y promoviendo la identificación de los actores con los objetivos.

Visión integral de la problemática, transversalidad (9) en la metodología de trabajo y soluciones activas (10) con la generación de corresponsabilidades por parte de todos, aportando más legitimidad y altos niveles de satisfacción.

Pienso que estos criterios son una aportación extremadamente importante por distintos motivos: innovación en los métodos, posibilidades de éxito en los resultados, modernización de la administración y de sus profesionales, impacto positivo en el contexto y en la ciudadanía, pero sobre todo porque de esta manera conseguiremos diseñar la realidad, en lugar de limitarnos a reaccionar.

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