Londres, Salt, París y Los Ángeles

"¿Qué relación hay entre los fenómenos que se dieron en estas cuatro ciudades separadas en el tiempo y el espacio?"

XAVIER PASTOR Y EDUARD CARRERA
Artículo publicado en el Diari de Girona el 18 de agosto de 2012




Hace más o menos un año, en Londres, la muerte de un joven a tiros por la policía provocó unos graves disturbios, inicialmente a Tottenham y luego en otros puntos de la ciudad. No era la primera vez, pero hacía mucho tiempo que no tenían esta intensidad. Los últimos, en 1995, en Brixton, se dieron también por la muerte de un joven custodiado por la policía tras un robo.

Londres, Salt, París y Los Ángeles este no es un fenómeno aislado, ni tampoco característico de Londres o del Reino Unido, ya que se ha dado en otras ciudades de diferentes países en diferentes momentos, pero que se ha intensificado en los últimos años.

En Salt, en enero de 2011, un joven cae de un cuarto piso y muere en el hospital tras el robo de un ciclomotor y como resultado de la persecución de la policía. En la calle crece la indignación popular que se materializa con el incendio de coches, contenedores, mobiliario urbano y en un conflicto de convivencia entre habitantes de diferentes nacionalidades.

En octubre de 2005 en Clichy-sous-bois, una banlieue-municipio de la periferia-de París, un joven perseguido por la policía moría electrocutado y encendía la chispa de la violencia en las calles de la capital y de otras ciudades de Francia con un balance final de más de nueve mil coches quemados y de decenas de equipamientos públicos y de establecimientos privados saqueados.

En la primavera de 1992 en Los Ángeles, en Estados Unidos, un jurado compuesto por blancos absolvió a los cuatro agentes de policía que fueron agredir brutalmente a un joven negro mientras eran grabados por una cámara. La sentencia hizo estallar la indignación popular provocando noches de enfrentamientos y desperfectos en la ciudad.

Pero qué tienen en común todos estos conflictos? ¿Qué relación hay entre los fenómenos que se dieron en estas cuatro ciudades separadas en el tiempo y el espacio? ¿Cuáles fueron los factores que predisponer a la aparición de la violencia y la destrucción? Se pueden repetir? 

Todos empiezan igual. Un joven es agredido o muere a manos de la policía, como resultado de su persecución o detención, generando indignación y una posterior escalada de destrucción y de violencia. En el caso de Los Ángeles, el joven acaba recuperando de la brutal paliza. Hay dos protagonistas: jóvenes y policías.  

Una misma sucesión de hechos: un supuesto delito del joven con la correspondiente persecución o detención con funesto final a partir de la actuación policial. 

Unos espacios similares: barrios o municipios multiculturales en la periferia de las ciudades con alto porcentaje de densidad (habitante por metro cuadrado), con un índice elevado de población joven, sin trabajo y que pasan muchas horas en la calle. 

Un clima: de desencanto, descontento, una irritación hacia los políticos y el sistema por parte de los jóvenes y de la población que como en cualquier conflicto creciente desde la sensación de abandono hasta situaciones de tensión e indignación en las que cualquier excusa enciende los ánimos y provoca el estallido de un conflicto de alta intensidad.

Y es que en todos estos lugares se dan un conjunto de factores que predisponer a la aparición de la violencia. Los de carácter estructural: una tasa de paro muy elevada, una situación económica precaria, en la que cualquier contratiempo o política de recortes crea bolsas de pobreza, con un índice de densidad muy elevado-en el caso de Salt es de 4.576,7 hab / km2 mientras que la media de Cataluña es de 234,8 hab/km2-, y con altos índices de fracaso escolar. Culturales: personas de diferentes orígenes y modelos de vida diferentes que conviven muy cerca los uno de los otros, un sentimiento de exclusión social y discriminación racial, una policía en tensión debido a las condiciones y las características de estos barrios, estereotipos y prejuicios de un vecinos hacia los demás, especialmente de los "nativos" hacia los de fuera. De comportamiento: la muerte de un joven, robos, fuerza policial, quejas reiteradas y enfrentamientos entre los vecinos, actividades clandestinas e ilegales, tráfico de droga, mafias, explotación sexual. Todo ello hace que para las instituciones públicas estas personas y barrios se conviertan en un problema permanente y requieran dos tipologías de intervenciones: para la actividad en la calle y delictiva, más seguridad, y para el contexto económico, ayudas sociales, esperando que el tiempo acabe haciendo el resto.

En consecuencia, no se puede decir que el conflicto estalle ni que la solución pase por abordar una única causa, como por ejemplo, una elevada tasa de desempleo o porque se retiró esta o la otra ayuda, parece más bien, tal como hemos podido constatar, que es el resultado de la combinación de un conjunto de factores. Como si se tratara de una fórmula matemática, en todas las ciudades analizadas hay unos factores que se mantienen. Así, la aparición de la violencia o la gestión con éxito del conflicto dependerá de la acumulación de porcentajes altos, de aumentos de intensidad, de dos o más factores, con una combinación que puede variar y varía en cada caso: jóvenes sin ninguna actividad, presión policial, pobreza, desempleo, densidad de población, reducción de subsidios del gobierno, pasividad o acomodo de la población y aumento de la inmigración. 


Saber esta combinación a partir de la elaboración de unos indicadores para medir su grado de intensidad, al tiempo que impulsamos políticas para corregir las carencias de este barrios y hacer crecer estas personas, nos permitirá, en base al porcentaje que ocupa cada uno de ellos, adelantarnos a la aparición de disturbios y violencia y crear soluciones a medida para este tipo de conflictos.

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