Cada día que pasa nos sorprende un poco más el fenómeno de los acampados del 15-M. Al principio, atrajo nuestra atención su diversa composición; durante esta semana, su dispersa organización y, a partir de ayer, su veloz capacidad de movilización y de poner en jaque a las fuerzas de seguridad si es necesario.
En la madrugada del viernes, Mossos d'Esquadra y Guardia Urbana acordonaron y asediaron a los acampados para limpiar la plaza de Catalunya. Paralelamente, los acampados, a través de Twitter, informaban de que la policía los estaba desalojando, cuando no era así, y pidiendo a la gente su ayuda para evitarlo. En minutos, los policías fueron quedando rodeados, inquietándose.
El doble asedio -por un lado, el de los policías hacia los manifestantes; por el otro, el de los ciudadanos llamados a través de la red sobre los agentes- dio lugar a una situación de elevadísima tensión y cargas policiales.
Pues por mucha información policial que se haya dado, los acampados ven en las fuerzas de seguridad a sus enemigos, los encargados de poner fin a su reivindicación. Así, el asedio del operativo policial creó en el centenar de personas en la plaza una percepción de peligro que a su vez provocó un grito de ayuda, pero también de lucha, en la red, que rápidamente fue correspondido.
Por muy pacífico que sea el comportamiento de los acampados y los manifestantes, el número creciente de personas reunidas frente a los policías en toda la plaza, generó en los agentes muchísima inquietud y una sensación de peligro inminente, propiciándose, una vez conseguido su objetivo, la manifestación violenta del conflicto.
Aunque también hay que tener claro que frente al objetivo propuesto, limpiar la plaza con la retirada de los objetos de los acampados -carpas, colchones, palos, bombonas de butano, ladrillos, etcétera-, no podía darse un operativo más tímido.
Y es que si algo se concreta con esta situación, es que, tarde o temprano, si no se da una negociación con las instituciones públicas respecto a las propuestas formuladas por los acampados, se acabará generando un conflicto de grandes dimensiones.
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