Tomás Gómez desde una visión positiva

Artículo publicado en el Diari de Girona
8 de octubre de 2010

¿Por qué cuesta tanto mantener una actitud positiva frente a un conflicto? ¿Por qué pesa más en la opinión pública la visión negativa de las confrontaciones, cuando esto no ayuda a resolverlas?


Estas últimas semanas en los medios de comunicación se ha hablado mucho de Tomás Gómez, actual candidato del Partido Socialista a las elecciones de la Comunidad de Madrid en el 2011. Exalcalde del municipio de Parla durante 5 años y actual secretario general del Partido Socialista de Madrid (PSM), el año 2003 fue el político más votado de España en unas elecciones municipales con un 75,5% de los votos. El 2007 revalidó su cargo.

Este militante del PSOE, que ha ocupado diferentes cargos de la federación madrileña, se volvió el objeto de la cobertura mediática y del debate de la opinión pública a raíz de su decisión de presentarse como candidato del PSM a presidir la Comunidad Autónoma de Madrid. Para conseguirlo, ha tenido que luchar contra la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, candidata de la cúpula del PSOE y preferida por Zapatero. En este contexto, se convocaron unas elecciones internas en el PSM, primarias, con la participación de 14.500 (81%) militantes de los 18.000 que tiene la federación madrileña, y que han dado como ganador a Gómez.

Este conflicto político me sirve de ejemplo para explicar un fenómeno que dificulta enormemente la gestión de los conflictos con éxito: la competición política y electoral, como confrontación y como conflicto, recibe un tratamiento cada vez más negativo por parte de los medios de comunicación y sobre todo de la opinión pública.

Este punto de vista negativo sobre los conflictos, informativamente, se centra en los aspectos de disputa, lucha y tensión, y la opinión pública se concentra en las repercusiones personales hacia a los políticos, por ejemplo, el prestigio o la honestidad, y en la oposición de los agentes implicados y afectados. En nuestro caso, las presiones sobre Gómez para impedir su candidatura, su presentación final y la convocatoria de primarias generaron un abanico de opiniones y valoraciones negativas sobre la carencia de liderazgo de Zapatero, la división interna del partido, así como el pronóstico de un serio revés si finalmente su candidata no ganaba.

La visión positiva destaca los aspectos no adversalistas de la competición, pero sobre todo las oportunidades que se derivan de las ideas y de los intereses en juego aparentemente incompatibles y de las estructuras y de los procesos existentes para encontrar finalmente acuerdos y generar consensos. Por ejemplo, la convocatoria de unas elecciones primarias para escoger el candidato facilita un proceso de democracia interna, abre el debate de partido sobre ideas y propuestas, motiva por la vía de la participación el protagonismo de la militancia y fomenta una imagen de transparencia y de confianza hacia a sus futuros votantes. Las palabras de Trinidad Jiménez, conocidos los resultados, apoyando a Gómez irían en esta dirección.

Las prácticas de la opinión pública y de los medios de comunicación con una visión negativa del conflicto, en las que prevalece y se pone el énfasis en la lucha y la destrucción personal para atraer la atención de los lectores, impiden de forma expresa reducir el clima de crispación político, incrementar la confianza hacia a los políticos y establecer vías de colaboración entre los actores implicados y afectados para la resolución de conflictos a posteriori. La cobertura informativa y la posterior opinión en democracia de conflictos en general, pero sobre todo políticos, tratados desde una visión positiva también pueden ser noticia, incluso tratándose de una situación competitiva.

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