Versión en castellano del artículo publicado el 25 de agosto en el Diari de Girona.
Xavier Pastor y Eduard Carrera
Muchos de ustedes habrán leído o visto la noticia de la puesta en marcha del servicio piloto de mediación en zonas de ocio nocturno en el municipio de Castell-Platja d'Aro-S'Agaró.
Este es un servicio pionero en Cataluña e innovador en la forma de utilizar la mediación para prevenir, intervenir y gestionar los conflictos de baja intensidad que se dan en las zonas de ocio nocturno.
La demanda parte de la Policía Local y de las concejalías de promoción económica y de seguridad al equipo de dirección y coordinación del Postgrado de Resolución de Conflictos Públicos y Mediación Comunitaria de la Universidad de Girona (UdG).
Las personas al frente de las mencionadas áreas del ayuntamiento creen que, por el tipo de conflicto- básicamente de baja intensidad, pero repetitivo- que se dan de forma habitual en estas zonas, la aplicación de la mediación y la gestión de conflictos pueden ayudar a su reducción, incluso prevenirlos, y sobre todo evitar que escalen y que se conviertan de alta intensidad, con la consecuente aparición de la violencia y de quejas continuas y reiteradas.
En este sentido y teniendo en cuenta que es la primera vez que se pone en marcha un servicio de estas características, se piensa en un proyecto piloto con una duración de 3 meses y medio, los de verano, de junio a septiembre, con el objetivo de reconducir y gestionar los conflictos y sus consecuencias en los espacios públicos y privados de las principales zonas de ocio nocturno de Playa de Aro.
En el diseño de este servicio se tuvieron en cuenta las experiencias de la gestión de conflictos sociales en el espacio público del Ayuntamiento de Barcelona, que funciona 24 horas 365 días al año observando, detectando, gestionando y resolviendo conflictos que se dan en las calles y plazas de los distritos de la ciudad por distintos motivos; y el proyecto de agentes cívicos que diferentes municipios han aplicado antes en los últimos años, en concreto el de Girona.
El servicio piloto de mediación nocturna en Playa de Aro toma cosa de los dos, tiene en común con el primero la gestión del conflicto y la aplicación de fórmulas y técnicas de la Resolución de conflictos y la mediación; y con el segundo las molestias que generan los usuarios de los locales de ocio nocturno en la calle y que dificultan el descanso de los vecinos, a pesar de que los agentes no buscan soluciones a las causas de los conflictos ni median entre las personas implicadas.
Así, los profesionales del servicio de mediación nocturna observan, detectan e
intervienen a través de las técnicas de la Resolución y la Gestión Alternativa
de Conflictos para reducir las consecuencias negativas que provoca in situ el
comportamiento de usuarios de ocio nocturno y la actividad de los locales hacia
vecinos y vecinas, reduciendo quejas y crispación de los unos hacia los otros y
tratando de ayudar a buscar soluciones a los problemas que se ocasionan dentro
y fuera de estos espacios, desde las 21 horas de la noche y hasta a las 05.00
horas de la madrugada.
Si bien hay que esperar a tener los resultados finales del servicio piloto para valorarlo en su globalidad, es evidente que la incorporación de los mediadores y mediadoras formados en los cursos y postgrados de la Universidad de Girona y en el Master de conflictología de la UOC, aporta una medida más para abordar los conflictos que se generan en el ocio nocturno, y sobre todo para averiguar sus causas y los factores que predisponen su aparición.
Y es que la presencia de los mediadores y mediadoras, es por sí mismo un recurso sencillo y eficaz para todos los operadores implicados y afectados: usuarios, locales de noche (bares, terrazas, pubs, discotecas), vecinos y vecinas y ayuntamiento, ya que todos tienen al alcance a estas personas que los escucharán y ayudarán a gestionar sus conflictos, mejorando sus relaciones y patrones de conducta.
La actuación mediadora hace ganar calidad en la oferta municipal en general, pero especialmente en los intensos meses de verano, ya que ayuda a reducir las molestias y quejas por la actividad de terrazas musicales, pubs y discotecas y de sus usuarios. En este sentido cabe mencionar, por ejemplo, que en las primeras semanas de servicio se han abordado conflictos intensos existentes desde hace tiempo y que ahora se van resolviendo.
Aunque los primeros indicios son positivos, esperaremos a septiembre a tener todos los resultados para valorar el proyecto piloto, pero mientras tanto déjenme que les haga una pregunta: ¿cuántos municipios de nuestro país creen que podrían beneficiarse de la aplicación de este tipo de servicio? ¿Muchos, verdad?
Expertos y profesores en Resolución de
conflictos de la UdG y la UOC.
Muchos de ustedes habrán leído o visto la noticia de la puesta en marcha del servicio piloto de mediación en zonas de ocio nocturno en el municipio de Castell-Platja d'Aro-S'Agaró.
Este es un servicio pionero en Cataluña e innovador en la forma de utilizar la mediación para prevenir, intervenir y gestionar los conflictos de baja intensidad que se dan en las zonas de ocio nocturno.
La demanda parte de la Policía Local y de las concejalías de promoción económica y de seguridad al equipo de dirección y coordinación del Postgrado de Resolución de Conflictos Públicos y Mediación Comunitaria de la Universidad de Girona (UdG).
Las personas al frente de las mencionadas áreas del ayuntamiento creen que, por el tipo de conflicto- básicamente de baja intensidad, pero repetitivo- que se dan de forma habitual en estas zonas, la aplicación de la mediación y la gestión de conflictos pueden ayudar a su reducción, incluso prevenirlos, y sobre todo evitar que escalen y que se conviertan de alta intensidad, con la consecuente aparición de la violencia y de quejas continuas y reiteradas.
En este sentido y teniendo en cuenta que es la primera vez que se pone en marcha un servicio de estas características, se piensa en un proyecto piloto con una duración de 3 meses y medio, los de verano, de junio a septiembre, con el objetivo de reconducir y gestionar los conflictos y sus consecuencias en los espacios públicos y privados de las principales zonas de ocio nocturno de Playa de Aro.
En el diseño de este servicio se tuvieron en cuenta las experiencias de la gestión de conflictos sociales en el espacio público del Ayuntamiento de Barcelona, que funciona 24 horas 365 días al año observando, detectando, gestionando y resolviendo conflictos que se dan en las calles y plazas de los distritos de la ciudad por distintos motivos; y el proyecto de agentes cívicos que diferentes municipios han aplicado antes en los últimos años, en concreto el de Girona.
El servicio piloto de mediación nocturna en Playa de Aro toma cosa de los dos, tiene en común con el primero la gestión del conflicto y la aplicación de fórmulas y técnicas de la Resolución de conflictos y la mediación; y con el segundo las molestias que generan los usuarios de los locales de ocio nocturno en la calle y que dificultan el descanso de los vecinos, a pesar de que los agentes no buscan soluciones a las causas de los conflictos ni median entre las personas implicadas.
Si bien hay que esperar a tener los resultados finales del servicio piloto para valorarlo en su globalidad, es evidente que la incorporación de los mediadores y mediadoras formados en los cursos y postgrados de la Universidad de Girona y en el Master de conflictología de la UOC, aporta una medida más para abordar los conflictos que se generan en el ocio nocturno, y sobre todo para averiguar sus causas y los factores que predisponen su aparición.
Y es que la presencia de los mediadores y mediadoras, es por sí mismo un recurso sencillo y eficaz para todos los operadores implicados y afectados: usuarios, locales de noche (bares, terrazas, pubs, discotecas), vecinos y vecinas y ayuntamiento, ya que todos tienen al alcance a estas personas que los escucharán y ayudarán a gestionar sus conflictos, mejorando sus relaciones y patrones de conducta.
La actuación mediadora hace ganar calidad en la oferta municipal en general, pero especialmente en los intensos meses de verano, ya que ayuda a reducir las molestias y quejas por la actividad de terrazas musicales, pubs y discotecas y de sus usuarios. En este sentido cabe mencionar, por ejemplo, que en las primeras semanas de servicio se han abordado conflictos intensos existentes desde hace tiempo y que ahora se van resolviendo.
Aunque los primeros indicios son positivos, esperaremos a septiembre a tener todos los resultados para valorar el proyecto piloto, pero mientras tanto déjenme que les haga una pregunta: ¿cuántos municipios de nuestro país creen que podrían beneficiarse de la aplicación de este tipo de servicio? ¿Muchos, verdad?